sábado, 4 de octubre de 2014

PSICOLOGíA DEL DESARROLLO HUMANO

Última actualización 30 de Enero de 2015

CONTENIDO DE LA PÁGINA

  1. Adolescencia y desarrollo
  2. Psicología del desarrollo infantil
  3. Psicologia del desarrollo

Adolescencia y desarrollo

La adolescencia es el ciclo en la vida del ser humano que continua a la pubescencia y la pubertad. Se inicia entre los 12 ó 14 años, según algunos autores, y culmina con la madurez (18 a 20 años), no sólo es la fase de mayores cambios psicológicos, sino que también está llena de cambios físicos y cognoscitivos. En esta etapa se toman grandes decisiones que marcaran a los jóvenes para siempre.



Cambios físicos del adolescente:
Los cambios biológicos que señalan el fin de la niñez incluyen el crecimiento repentino del adolescente, el comienzo de la menstruación en las hembras, la presencia de semen en la orina de los varones, la maduración de los caracteres sexuales primarios y secundarios. La adolescencia es un periodo de cambio continuo y se distingue en:

“Primera fase”: Es el periodo que va desde la pubescencia hasta alrededor de un año después de la pubertad, momento en el que las nuevas pautas fisiológicas ya se han estabilizado.

“Fase final”: Es el periodo restante, hasta el comienzo de la edad adulta.

Durante la adolescencia física la altura del niño aumenta en un 25% y su peso se duplica. Durante el periodo de latencia los niños aumentan poco más de 5 cm de altura por un año y alrededor de 2 Kg. de peso. En el pico del crecimiento adolescente las niñas crecen unos 9 cm en un año y aumentan 5 Kg de peso, y los varones crecen unos 11 cm, y aumenta alrededor de 6 Kg, en el mismo periodo. Los varones son más grandes que las hembras, excepto en el periodo entre los 11 y 14 años cuando estas últimas maduran antes y sobrepasan a sus pares del otro sexo.

En ambos sexos las extremidades y el cuello crecen más rápido que la cabeza y el tronco durante la pubescencia. En los varones se produce un notorio ensanchamiento de la espalda, se vuelven más delgados, más angulosos y más musculosos. En las hembras se dilata la pelvis, cambian las proporciones faciales, la nariz y la barbilla se hacen más prominentes.

Pubertad:

Es el proceso que lleva a la madurez sexual, cuando una persona es capaz de reproducirse. Algunas personas utilizan el término pubertad para indicar el fin de la maduración sexual y el de la pubescencia para referirse al proceso. El comienzo de la pubescencia se caracteriza por una aceleración en el ritmo del crecimiento físico y por el término de latencia del crecimiento. Junto a este proceso de aceleración se producen cambios en las proporciones faciales y corporales y la maduración de los caracteres sexuales primarios y secundarios. La pubertad tarda casi 4 años y comienza alrededor de 2 años antes en las muchachas que los muchachos.

En promedio, las niñas comienzan a mostrar el cambio de este período hacia los 9 ó 10 años de edad y llegan a la madurez sexual hacia los 13 ó 14 años. La edad promedio para que los niños entren en la pubertad es a los 12, alcanzando su madurez sexual a los 14. Los cambios físicos del adolescente siguen una secuencia que es mucho más consistente, que su aparición real, aunque este orden varíe de una persona a otra.

La pubertad comienza cuando la glándula pituitaria de una persona joven, envía un mensaje a las glándulas sexuales, las cuales empiezan a segregar hormonas. Este momento preciso está regulado aparentemente por la interacción de los genes, la salud del individuo y el ambiente. La pubertad, se representa como respuesta a los cambios en el sistema hormonal del cuerpo, los cuales reactivan ante una señal psicológica. Su respuesta en una niña es que en los ovarios empiezan a producirse una cantidad de hormonas femeninas llamadas estrógenos, y en el muchacho los testículos comienzan la producción de testosterona. El estrógeno estimula el crecimiento de los genitales femeninos y el desarrollo de los senos, mientras que la testosterona estimula el crecimiento de los genitales masculinos y el vello corporal.


Las hormonas están estrechamente relacionadas con las emociones, en especial con la agresión en el muchacho y la agresión y depresión en las niñas. Algunos investigadores atribuyen la creciente emocionalidad y cambio en el estado de ánimo de la adolescencia temprana a las hormonas, pero es necesario recordar que en los seres humanos la influencia social se combina con las hormonas pudiendo predominar dicha influencia. Los adolescentes en esta etapa dan mucha importancia a la opinión de sus pares, lo cual se identifica con los cambios sociales.

El crecimiento repentino del adolescente

Es el aumento evidente en la estatura y peso que por lo general comienza en las niñas entre los 9 y 14 años y los varones entre los 10 y 12 años. En general dura cerca de 2 años y poco después que el crecimiento repentino termina, el adolescente alcanza la madurez sexual. En ambos sexos el crecimiento súbito del adolescente afecta prácticamente todas las dimensiones esqueléticas y musculares. Estos cambios son mayores en los varones que en las hembras y siguen su propio cronograma, de modo que las partes del cuerpo están en desproporción por un tiempo. A continuación se expondrán las características sexuales Primarias y Secundarias (ver Tabla 1).

Tabla 1.- Características sexuales

Primarias
Las características sexuales primarias son todas aquellas en el cual está la presencia de los órganos necesarios para la reproducción, como son:

     • En mujeres: ovarios, trompas de falopio, útero, vagina.
     • En hombres: testículos, pene, escroto, vesículas seminales, próstata.
Secundarias
Son signos fisiológicos de la madurez sexual que no involucran directamente a los órganos reproductores.

     • En mujeres: crecimiento de los senos, aparición del vello púbico, vello        axilar, cambios en la voz, cambios en la piel, ensanchamiento y aumento de        la profundidad de la pelvis, presencia de la menstruación.
     • En hombres: vello púbico, vello axilar, vello facial, cambios en la voz,        cambios en la piel, ensanchamiento de los hombros, presencia del semen.

El principal signo de madurez sexual en las niñas es la menstruación. En los varones, la primera señal de la pubertad es el crecimiento de los testículos y escroto y el principal signo de madurez sexual es la presencia de semen en la orina, siendo este fértil tan pronto exista la evidencia de esperma.

La Menarquia:
Es la característica más evidente y simbólica de la transición de la niña a la adolescencia, llega de improviso y está precedido por un sangrado vaginal. Puede ocurrir a los nueve años y medio o hasta los dieciséis años y medio. La edad promedio de la menarquia es de doce años y medio aproximadamente, por lo regular tiene lugar cuando la niña se acerca a la estatura adulta y ha almacenado un poco de grasa corporal. En una niña de talla normal, suele comenzar cuando pesa cerca de 45 Kg.

Los primeros ciclos varían mucho entre las niñas, además suelen variar de un mes a otro. En muchos casos los primeros ciclos son irregulares y anovulatorios, es decir, no se produce el óvulo. La menstruación produce cólicos menstruales en casi la mayoría de las adolescentes. La tensión premenstrual es frecuente y muchas veces se observan irritabilidad, depresión, llanto, inflamación e hipersensibilidad de los senos. El signo más evidente de la madurez sexual de una niña, es la primera menstruación.

Desarrollo sexual del adolescente:
Los cambios físicos que ocurren en la pubertad son los responsables de la aparición de la sexualidad. Iniciado el proceso de la pubertad se acentúan los caracteres físicos, el despertar sexual y el comienzo de la genitalidad adulta, dichos cambios son una parte consciente del adolescente, a pesar que este proceso se presenta emocionalmente confuso para sí mismo. A esto contribuyen las novedades fisiológicas y psicológicas de la evolución propia de la edad, el descubrimiento del placer en el trato y frecuentación con personas de otro sexo, comenzando a definirse la identidad sexual.

Desarrollo afectivo:
Tras el período turbulento de la preadolescencia, la conducta de los jóvenes suele sosegarse. Las relaciones familiares dejan de ser un permanente nido de conflictos violentos y la irritación y los gritos dejan paso a la discusión racional, al análisis de las discrepancias y hasta a los pactos y los compromisos. A partir de este momento, el conflicto se desplaza desde la ambivalencia afectiva a la reivindicación de ciertos derechos personales, entre los que destacan las exigencias de libertad e independencia, la libre elección de amistades, aficiones, entre otros. El adolescente intenta experimentar sus propios deseos más allá del estrecho círculo de las relaciones familiares. En este segundo momento de la adolescencia, los intereses afectivos de los jóvenes abandonan masivamente el ámbito familiar estableciendo nuevas elecciones de objetos afectivos extra familiares, como es propio de todo adulto. El problema reside en que la afectividad va más allá de la familia, pero el adolescente sigue viviendo – y tal vez por mucho tiempo - en el domicilio paterno.

Desarrollo social:
El desarrollo social del adolescente empieza a manifestarse a temprana edad, a medida que se va desarrollando empieza a ver otras inquietudes a la hora de elegir un amigo, es electivo, tienen que tener las mismas inquietudes, ideales y a veces hasta condiciones económicas. El grupo es heterogéneo, compuesto por jóvenes de ambos sexos, esto la mayoría de las veces trae como consecuencia la mutua atracción entre ellos; se inicia el grupo puberal con uno o dos amigos íntimos.

Algunos psicólogos se refieren a esta etapa como una de la más critica del ser humano ya que el adolescente ve a la sociedad o al mundo como un tema de critica y rechazo, rompe el cordón umbilical que lo liga de sus padres, desconoce la autoridad o cualquier liderato y entra en ese período transitorio en donde no se pertenece a una pandilla pero tampoco forma parte de un grupo puberal. La comprensión la buscan fuera, hasta encontrar el que va a convertirse en su confidente.


La crítica y los sentimientos trágicos son las conversaciones más frecuentes entre dos adolescentes, lo que sirve para dejar salir sus preocupaciones y dar descanso a los estados trágicos.

Ahora bien, todos los adolescentes, pasan por los mismos estados psíquicos. Cuando la amistad está formada por dos muchachos cuya situación conflictiva con el mundo es grave, el lazo de unión lleva a una fuerte dosis de resentimiento, que pudiera llevarlos a actos de trasgresión que son llamadosconducta antisocial. Las actividades del adolescente tienen como objetivo el olvido. El adolescente no es un ser esencialmente alegre, en consecuencia el adolescente gusta de estos placeres como bailar, pasear, ir al cine, para mantenerse alegre, pero en el fondo, cuando vuelven a la soledad, la tónica dominante no es precisamente la alegría.

Por otra parte, para aceptar su identidad, el adolescente necesita sentir que la gente lo acepta y le tiene simpatía, a medida que los individuos se independizan de su familia, necesitan más de los amigos para obtener apoyo emocional y probar nuevos valores, son sobre todo los amigos íntimos los que favorecen la formación de la identidad. Durante esta etapa del desarrollo, aumenta considerablemente la importancia de los grupos de compañeros, el adolescente busca el apoyo de otras personas para enfrentar cambios físicos, psicológicos y sociales de esta etapa, es lógico entonces que recurra a quienes están experimentando estas mismas situaciones. Las redes de compañeros son esenciales para la adquisición de habilidades sociales, la igualdad recíproca que caracteriza las relaciones en ésta etapa favorece el aprendizaje de respuestas positivas a la crisis que sufre el adolescente. Los adolescentes aprenden de sus amigos y compañeros de su edad las clases de conductas que serán recompensadas por la sociedad y los roles adecuados.

La comparación social, es una función que cobra extraordinaria importancia durante la adolescencia y adopta diversas formas: al inicio los jóvenes dedican su energía a definirse en un área de compañeros donde hay muchas clases de adolescentes, es un amplio círculo de conocidos, pero pocos amigos cercanos. El adolescente necesita estar solo algunas veces para interpretar los mensajes que recibe, consolidar su identidad y desarrollar un sentido seguro de sí mismo. La comparación social, cambia durante los últimos años de la adolescencia, el adolescente busca ahora amigos con quienes comparte características similares, aumenta la intimidad en las amistades, es probable que acepte afirmaciones como, “con mi amigo puedo hablar de todo”, o “sé lo que piensa mi amigo con solo mirarlo”.

La mayoría de los adolescentes suelen tener uno o dos mejores amigos y también varios buenos amigos. El adolescente suele escoger amigos basándose en intereses y actividades comunes, y en su decisión influyen mucho la igualdad, el compromiso y la lealtad. Conforme los amigos se vuelven más íntimos, el adolescente tiende a acudir más a ellos que a sus padres en busca de consejos, no obstante, sigue recurriendo a sus padres para que los orienten en cuestiones de educación, finanzas y planes profesionales.

Desarrollo de la personalidad y cambios psicológicos en el adolescente:
La adolescencia en sí es una etapa muy delicada y clave en el desarrollo de la personalidad que va a regir la vida del adulto, su desarrollo social, emocional y desenvolvimiento positivo en la sociedad. Según algunos autores se creía que el temperamento y el carácter, integrantes principales de la imagen corporal, estaban determinados biológicamente y venían predicados por la información general. El adolescente además de vivir cambios físicos y psicológicos, coexiste en la sociedad. Muchas veces el adolescente se muestra decidido y resuelto, pero en el fondo está latente la inseguridad que los cambios ocasionan. Su indefinición puede notarse en los cambios de conducta, no sabe si la independencia que pretende debe ser total o con un control paterno, o si en ciertos casos tiene que decidir individualmente o consultar con un mayor.

Los valores y normas de comportamiento que haya incorporado el adolescente a su Yo, marcaran su identidad, servirán de brújula en su conducta social y permitirá adquirir una identidad sólida. La imagen corporal adquiere mayor importancia cuando el adolescente se encuentra en grupos que dan demasiada importancia a los atributos físicos tanto del varón como de la hembra. Es necesario hacer hincapié, que aunque la imagen corporal juega un papel en el desarrollo de la personalidad, los factores de mayor importancia son el ambiente donde interactúa el joven, la familia y los valores que se mueven a su alrededor y de vital importancia la motivación como el motor.


Interés por la apariencia física:
 La mayoría de los adolescentes se interesan más en su aspecto físico que en cualquier otro asunto de sí mismos, y a muchos no les agrada lo que ven cuando se ven en el espejo. Los varones quieren ser altos, anchos de espalda, y atléticos; las hembras quieren ser lindas, delgadas, pero con forma, y con una piel y un cabello hermoso. Los adolescentes de ambos sexos, se preocupan por su peso, su complexión y rasgos faciales, lo que trae como consecuencia biológica, y hasta trastornos psicológicos, la aparición del desorden en la salud como desnutrición, descuido del peso, falta de autoestima, anorexiabulimia, y hasta abuso de alcohol, drogas, y otros vicios.

La adolescencia es quizás la época más complicada en todo el ciclo de la vida humana. Los adolescentes son muy conscientes y están seguros de que todo el mundo los observa, entre tanto, su cuerpo continuamente los traiciona. Sin embargo, esta etapa también ofrece nuevas oportunidades que implican factores biológicos y propician la maduración en el joven, todos estos factores, ayudan de una manera u otra a crear responsabilidad en cada uno de ellos, lo que hace temprana o tardíamente que obtenga una maduración intelectual que le hará reflexionar y pensar mejor las cosas antes de actuar.

Cambios cognoscitivos en la adolescencia:
Aunque la madurez física y el ajuste a la sexualidad son pasos importantes que tienen lugar durante la adolescencia, en esta época ocurren cambios cognoscitivos transcendentales. Un aumento de la capacidad y estilo del pensamiento enriquece la conciencia del adolescente, su imaginación, su juicio y su penetración. Este perfeccionamiento de las capacidades también produce una rápida acumulación de conocimientos que abre una gama de situaciones y problemas capaces de complicar y enriquecer su vida.


Una de las capacidades cognoscitivas adquiridas durante la adolescencia, es reflexionar sobre el pensamiento. Los adolescentes aprenden a examinar y modificar intencionalmente su pensamiento, así, a veces pueden repetir hechos hasta memorizarlos por completo, otras veces se abstienen de sacar conclusiones apresuradas si no tienen pruebas, empiezan a poner todo en tela de juicio, a rechazar los viejos límites y categorías, al hacerlo constantemente excluyen las actitudes tradicionales y se convierten en pensadores más creativos, dando paso a lo que algunos autores llaman el logro del pensamiento abstracto , el cual se describe a continuación.

Pensamiento abstracto:
En la Teoría del Desarrollo propuesta por Piaget, el hito del cambio cognoscitivo del adolescente es la aparición del pensamiento de las operaciones formales. Este nuevo pensamiento formal es abstracto, especulativo y libre de circunstancias y del ambiente inmediato. Incluye pensar en las posibilidades, comparar la realidad con aquello que puede ocurrir o con aquello que nunca podrá suceder. El pensamiento operacional formal puede definirse como un proceso de segundo orden. Si bien el pensamiento de primer orden consiste en descubrir, y examinar las relaciones entre objetos, el de segundo orden consiste en reflexionar sobre los pensamientos, buscar los nexos entre las relaciones y transitar entre la realidad y la posibilidad.

Otra capacidad cognoscitiva adquirida en la adolescencia, es reflexionar sobre el pensamiento, en esta etapa el adolescente aprende a examinar y modificar intencionalmente su pensamiento, a veces repite varios hechos hasta memorizarlos por completo; otras veces se abstiene de sacar conclusiones apresuradas si no tienen pruebas. También se vuelve extremadamente introspectivo y ensimismado, y por otra parte, empieza a poner todo en tela de juicio, a rechazar los viejos límites y categorías. Al hacerlo constantemente excluyen las actividades tradicionales y se convierten en pensadores más creativos.

Los adolescentes muestran así mismo una creciente capacidad de planear y prever las cosas. De este modo, el pensamiento de las operaciones formales requiere la capacidad de formular, probar y evaluar hipótesis. A esto se incluyen tres cualidades notables del pensamiento del adolescente sobre la capacidad de:

     • combinar todas las variables y encontrar una solución al problema;
     • hacer conjeturas sobre el efecto que una variable tendrá en otra;
     • combinar y separar las variables de modo hipotético – deductivo.

En general se acepta que no todos los individuos logran dominar el pensamiento operacional formal. Más aún, los adolescentes y los adultos que lo alcanzan no siempre lo utilizan de manera constante. Por ejemplo, en situaciones nuevas y ante problemas desconocidos los individuos tienden a retroceder a un razonamiento más concreto. Al parecer es indispensable cierto grado de inteligencia para el pensamiento de las operaciones formales; intervienen además, factores culturales y socioeconómicos, en especial la escolaridad. No obstante, el adolescente en esta etapa también puede presentar ciertos problemas.

Problemas de la adolescencia

     • Las tensiones internas: El incremento de la tensión psíquica hasta cotas insospechadas es el        primer resultado de la reaparición de los deseos inconscientes reprimidos durante la infancia. El        preadolescente se halla mal preparado para resistir esta tentación, que ocasionalmente se        descarga a través de actitudes antes desconocidas, egoísmo, crueldad, dejadez, entre otros.

     • Los conflictos familiares: Los cuales afectan aspectos de la cotidianidad familiar como la        forma de vestir y pensar de los padres, sus rutinas, costumbres, horarios, salidas, entre otros.

     • Ser y tener: Las preocupaciones de los varones, durante la adolescencia, se centran todo en         poseer y tener, lo que ellos suponen es la esencia de la virilidad.

     • Los temores masculinos: Los cuales apuntan a supuestas malformaciones y defectos en lo que        supone es la esencia de la virilidad: el tamaño del pene en erección. Todo ello inducido por los        sentimientos de culpabilidad que aparecen como resultado de prácticas o fantasías sexuales        prohibidas.

     • Los temores femeninos: El desarrollo del pecho, el tema candente entre las muchachas, la        preocupación por el tamaño de los senos, que los ha considerado siempre símbolo privilegiado de        la feminidad, belleza y excitación sexual. La preocupación de la mujer por la menstruación,        suele destacar en sus comienzos ciertas dosis de ansiedad, fácilmente cancelable con una        adecuada información.

Enfermedades nutricionales del adolescente:

A continuación se describen las enfermedades que suelen ser comunes en adolescentes, aunque algunas de ellas también son frecuentes en los ámbitos sociales de los artistas o celebridades.

Desnutrición proteínico calórico:
Es el resultado de una deficiencia de proteínas, lípidos y glúcidos en la alimentación diaria. En el adolescente, la desnutrición es sumamente peligrosa, su peso y su estatura no se desarrollan debidamente, los sistemas de órganos se afectan, particularmente el sistema digestivo.
Anorexia Nerviosa:
Un problema que confrontan los adolescentes, en especial las hembras, es mantener el peso que les de una figura ideal, estilizada y delgada. Esta preocupación puede llevar a estados patológicos como la anorexia nerviosa. Esta enfermedad se caracteriza por la preocupación exagerada de perder peso, lo cual puede poner en peligro tanto la salud como la vida de la persona. El anoréxico es casi exclusivamente femenino, en la etapa adolescente.
Obesidad:
La obesidad comienza en algunas personas durante su infancia y adolescencia. El grave problema que representa la obesidad es que las personas obesas, en general, sufren de altos niveles de colesterol, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, irregularidades en la menstruación, entre otras, además son rechazadas por la sociedad.
Bulimia:
Es una enfermedad nutricional que se caracteriza por un apetito insaciable, que se alterna con períodos de dieta y ayuno. Estas prácticas traen graves consecuencias de desnutrición como:

     • disminución en la concentración de calcio y potasio sanguíneos, las cuales        pueden ocasionar trastornos cardiacos o renales;

     • deshidratación, debido a la gran perdida de líquidos al vomitar o como el        resultado de efectos de diuréticos y laxantes;

     • hemorragias internas y úlceras gástricas;

     • inflamación de las glándulas salivales;

     • daños irreversibles sobre los dientes como resultado de los ácidos        estomacales al vomitar;

     • incapacidad para razonar como resultado de la desnutrición. El bulímico       pone a funcionar todas sus acciones hacia el logro de las metas trazadas,        perder peso.




Psicología y desarrollo infantil

El estudio del comportamiento de los niños desde el nacimiento hasta la adolescencia, se conoce con el nombre de psicología infantil o psicología evolutiva, incluye sus características físicas, cognitivas, motoras, lingüísticas, emocionales y sociales. Los psicólogos infantiles intentan determinar cómo las variables ambientales y las características biológicas, interactúan e influyen en el comportamiento, así como explicar cómo se interrelacionan los cambios conductuales.

Historia:

Desde tiempos muy remotos tanto Platón como Aristóteles escribieron sobre la infancia. Platón sostenía que los niños vienen dotados de habilidades específicas que su educación puede potenciar. Sus puntos de vista se mantienen hoy en día en relación a las diferencias individuales ante una misma educación. Aristóteles, a su vez, ideó métodos de observación del comportamiento infantil que fueron precursores de los que hoy se aplican.

En el siglo XVIII el filósofo francés Jean Jacques Rousseau postuló que los niños deberían expresar sus energías para su desarrollo en forma libre, en ambientes no restrictivos, ideas que aún siguen apoyándose. En el siglo XIX, la teoría de la evolución de Darwin, (1809 - 1882) dio un impulso al estudio científico del desarrollo infantil. A comienzos del siglo XX, en 1916, el psicólogo Lewis Terman, introdujo el Test de inteligencia conocido hoy como el Test de Stanford Binet, que condujo a una serie de estudios acerca del desarrollo intelectual del niño.


Test de Stanford Binet

El psicólogo estaunidense Arnold Gessel, creó un instituto en la Universidad de Yale para estudiar a los niños, introduciendo el método de la filmación para analizar el comportamiento infantil, planteando por primera vez un desarrollo intelectual por etapas. Los resultados ofrecieron gran información sobre el desarrollo evolutivo, pero no hacían referencias sobre las variables ambientales. Sigmund Freud, hizo hincapié en la influencia de las variables ambientales sobre el desarrollo del niño, resaltando la importancia del comportamiento de los padres durante la infancia y estableciendo una serie de teorías básicas sobre el desarrollo de la personalidad.

John B. Watson, principal representante del conductismo, insistió también en la importancia de las variables ambientales analizadas como estímulos condicionantes. A comienzos de la década de 1960, los trabajos realizados por el psicólogo suizo Jean Piaget, dio lugar a teorías más avanzadas sobre el desarrollo infantil, ya que utilizan métodos de observación y experimentales, teniendo en cuenta las variables biológicas y ambientales.

Crecimiento físico-biológico:
En los 3 primeros años se produce un aumento de peso y estatura muy rápido, que luego se mantiene constante hasta la adolescencia, cuando suelen darse el “estirón” final. Estudios avanzados han determinado que dichos aumentos (peso y talla), dependen de la salud del niño, nutrición y condiciones ambientales.

Actividad motora:
 Entre el nacimiento y los 2 años suceden cambios muy drásticos en este aspecto, el niño pasa de los movimientos reflejos incoordinados del recién nacido a la coordinación motriz del adulto, a través de una serie de pautas complejas de desarrollo graduales y continuas, por ejemplo: el caminar que suele dominarse entre los 13 y 15 primeros meses, surge de una secuencia de catorce etapas sucesivas. Luego de adquirir las destrezas motoras básicas, el niño comienza a integrar sus movimientos con otras capacidades perceptivas, como la espacial, la cual es crucial para lograr la coordinación viso – motriz (ojo – mano).

Los años intermedios de la niñez se caracterizan por un alto nivel de actividad y por los graduales progresos fisiológicos que ayudan al pre-escolar a refinar las habilidades motoras y la coordinación. Tales progresos son evidentes no solo en los juegos de los niños, sino también en el dominio de destrezas como la escritura. El mando que adquieren sobre su cuerpo durante este periodo les produce sentimientos de competencia y de autoestima, los cuales son indispensables para una buena salud mental.

Formación de la personalidad:
Los diversos aspectos del desarrollo del niño abarcan el crecimiento físico, los cambios en el orden psicológico y emocional, así como la adaptación social. Muchos factores condicionan las pautas de desarrollo y el ritmo en que se suceden. La mayoría de los investigadores, coinciden en que dichas pautas son influenciadas tanto por condiciones genéticas como ambientales, es el caso del desarrollo de gemelos monocigóticos, que crecen en ambientes distintos y gemelos que han crecido juntos. La hipótesis de estos estudios es que si la carga genética es determinante, los gemelos separados serán tan similares en la mayoría de los aspectos medidos, como los que han vivido juntos, se descubrió lo inverso. Incluso sus personalidades son diferentes.

Las teorías de la personalidad intentan describir cómo se comportan las personas para satisfacer sus necesidades físicas y fisiológicas. La incapacidad para satisfacer tales necesidades crea conflictos personales. En la formación de la personalidad los niños aprenden a evitar los conflictos y a manejarlos cuando inevitablemente ocurren. Una respuesta normal para las situaciones conflictivas es recurrir a los mecanismos de defensa como la racionalización o la negación (por ejemplo, rechazando haber tenido alguna vez una meta u objetivo específico, aunque sea obvio que se tuvo). Aunque todos han empleado mecanismos de defensa, se debe evitar convertirlos en el único medio de enfrentarse a los conflictos. Un niño con una personalidad equilibrada, integrada se siente aceptado y querido, lo que le permite aprender una serie de mecanismos apropiados para manejarse en situaciones conflictivas, esto lo va a prendiendo a través del juego social.

El juego social de los niños revela la existencia de una “cultura de la niñez” con sus costumbres, reglas, juegos, rituales, entre otros, todo lo cual posiblemente ayuda a entender la gran complejidad del mundo que lo rodea y a adaptarse a él. Los padres influyen profundamente en la formación de la personalidad de los niños y en su desarrollo social. Sirven de modelo, esperan ciertas respuestas y conductas de sus hijos e imponen sistemas de premios y castigos. Los hijos de padres rigurosos, tienden a ser dependientes y sumisos. La tolerancia puede producir niños activos y extrovertidos o bien desobedientes y agresivos, según los padres que sean afables y receptivos o bien hostiles y negligentes. Los niños sobre – protegidos, por lo general tiene graves problemas de ajuste.

Relaciones sociales:
Las relaciones sociales infantiles suponen interacción y coordinación de los intereses mutuos, en las que el niño adquiere pautas de comportamiento social a través de los juegos, especialmente dentro de lo que se conoce como “su grupo de pares”. Los años de la niñez son un periodo de amistades muy íntimas, pero temporales, que satisfacen las necesidades de dominio y sumisión. Sirve de vehículo al auto expresión. De esta manera pasan, desde los años previos a su escolarización hasta su adolescencia, por sistemas sociales progresivamente más sofisticados que influirán en sus valores y en su comportamiento futuro.

La transición hacia el mundo social adulto es apoyada por los fenómenos de liderazgo dentro del grupo de iguales, donde se distribuyen roles distintos a los diferentes miembros en función de su fuerza o debilidad. Además el niño aprende a sentir la necesidad de comportarse de forma cooperativa, a conseguir objetivos colectivos y a resolver conflictos entre individuos. La conformidad (acatamiento de las normas del grupo social) con este grupo de pares alcanzara su cuota máxima cuando el niño llegue a la pubertad, a los 12 años aproximadamente, y nunca desaparecerá del comportamiento social del individuo, aunque sus manifestaciones entre adultos sean menos obvias.


Socialización:

El proceso mediante el cual los niños aprenden a diferenciar lo aceptable (positivo) de lo inaceptable (negativo) en su comportamiento se llama socialización. Se espera que los niños aprendan, por ejemplo que las agresiones físicas, el robo y el engaño son negativos, y que la cooperación, la honestidad y el compartir son positivos. Algunas teorías sugieren que la socialización solo se aprende a través de la imitación o a través de un proceso de premios y castigos.

Sin embargo las teorías más recientes destacan el papel de las variables cognitivas y perceptivas, del pensamiento y el conocimiento, y sostienen que la madurez social exige la comprensión explícita o implícita de las reglas del comportamiento social aplicadas en las diferentes situaciones.

La socialización también incluye la comprensión del concepto de moralidad. El psicólogo estadounidense Lawrence Kohiberghas demostró que el pensamiento moral tiene tres niveles: en el inferior las reglas se cumplen solo para evitar el castigo (nivel característico de los niños más pequeños) y en el superior el individuo comprende racionalmente los principios morales universales necesarios para la supervivencia social.

El juicio moral se presenta a raíz del aprendizaje social como una defensa en contra de la ansiedad o de los procesos cognitivos. Según Piaget, el niño empieza como un realista moral que cree en la realidad física de las reglas y que juzga las acciones ajenas exclusivamente en términos de las consecuencias. Al cabo de un tiempo, llega a la etapa del relativismo moral en el cual comprende que las reglas son deficientes invenciones del ser humano y que son las intenciones del individuo las que determinan la moralidad de su conducta.

La conducta de los individuos también puede explicarse a través de las principales teorías evolutivas de la personalidad propuesta por S. Freud y de la percepción y cognición de Jean Piaget, ambas explican el desarrollo humano en la conjunción de variables ambientales y biológicas.

Teoría de la personalidad según Freud:

Esta teoría sostiene que una personalidad sana requiere satisfacer sus necesidades instintivas, a la que se oponen el principio de la realidad y la conciencia moral, representados desde una perspectiva estructural por las tres instancias de la personalidad: el ELLO (fuente de los impulsos instintivos), elYO (instancia intermedia, que trata de controlar las demandas del Ello y las del Super yo adaptándolas a la realidad) y el SUPER YO (representación de las reglas sociales de la realidad incorporadas por el sujeto, especie de conciencia moral). La relación de estas tres instancias va a depender del centro fisiológico. El centro fisiológico de los impulsos instintivos se modifica con la edad, y los períodos de los diferentes centros se denominan etapas. El ELLO de los recién nacidos, por ejemplo, alcanza su máxima satisfacción al mamar, actitud que define la etapa oral, primera etapa de las cuatro que permiten llegar a la sexualidad adulta. Freud integró en su teoría las variables biológicas y las variables ambientales.

Teoría del desarrollo cognitivo propuesta por Piaget:

Esta teoría describe los estadios de desarrollo cognitivo desde la infancia hasta la adolescencia: como las estructuras psicológicas se desarrollan a partir de reflejos innatos, se organizan durante la infancia en esquemas de conducta, se internalizan durante el segundo año de vida como modelos de pensamiento, y se desarrollan durante la infancia y la adolescencia en complejas estructuras intelectuales que caracterizan la vida adulta. Piaget divide el desarrollo cognitivo en cuatro períodos importantes:

Etapas
Edad
Características
Inteligencia sensorio motriz
Desde el nacimiento hasta los 2 años aproximadamente.
La conducta del infante es esencialmente motora. El infante pasa de realizar movimientos reflejos inconexos al comportamiento coordinado, pero aún carece de la formación de ideas para operar con símbolos, ni piensa mediante conceptos.
Pensamiento preoperacional
Desde los 2 años hasta los 7 años aproximadamente
El niño es capaz ya de formar y manejar símbolos, pero aún fracasa en el intento de operar lógicamente con ellos, se inician los juegos simbólicos, dibujos, imágenes mentales y el desarrollo del lenguaje hablado.
Operaciones intelectuales concretas
De los 7 a los 11 años aproximadamente
Comienza a ser capaz de manejar las operaciones lógicas esenciales, pero siempre que los elementos con los que se realicen sean concretos. En el aspecto social, el niño ahora se convierte en un ser verdaderamente social.
Operaciones formales o abstractas
Desde los 12 años en adelante, aunque como Piaget determinó, la escolarización puede adelantar este momento hasta los 10 años incluso.
Los niños o adolescentes se caracterizan por su capacidad de desarrollar hipótesis y deducir nuevos conceptos, manejando representaciones simbólicas abstractas sin referentes reales, con las que realiza correctamente operaciones lógicas. Desarrolla sentimientos idealistas y se logra formación continua de la personalidad, hay un mayor desarrollo de los conceptos morales.

La teoría de Piaget ha sido denominada Epistemología Genética porque estudió el origen y desarrollo de las capacidades cognitivas desde su base orgánica, biológica y genética, encontrando que cada persona se desarrolla a su propio ritmo. Piaget considera el pensamiento y la inteligencia como procesos cognitivos que tienen su base en un sustrato orgánico – biológico que va desarrollándose paralelamente con la maduración y el crecimiento biológico. En la base de este proceso se encuentran dos funciones: asimilación y acomodación, que son básicas para la adaptación del organismo a su ambiente. Esta adaptación se entiende como un esfuerzo cognoscitivo del individuo para encontrar un equilibrio entre el mismo y su ambiente.

     • Mediante la asimilación el organismo incorpora información al interior de las estructuras        cognoscitivas a fin de ajustar mejor el conocimiento previo que poseen. Es decir, el individuo        adapta el ambiente a si mismo y lo utiliza según lo concibe.

     • La segunda parte de la adaptación, la acomodación es un comportamiento inteligente que        necesita incorporar la experiencia de las acciones para lograr su cabal desarrollo.

Estos mecanismos de asimilación y acomodación conforman unidades de estructuras cognoscitivas que Piaget denomina esquemas, que son representaciones interiorizadas de acciones, como cuando se efectúa algo mentalmente sin realizar la acción. Así, para Piaget el desarrollo cognoscitivo se da de dos formas: la 1ra corresponde al propio desarrollo cognoscitivo, como un proceso adaptativo de asimilación y acomodación, el cual incluye la maduración biológica, experiencia, transmisión social y equilibrio cognoscitivo. La 2 da forma de desarrollo cognoscitivo se limita a la adquisición de nuevas respuestas para situaciones específicas o a la adquisición de nuevas estructuras para determinadas operaciones mentales especificas, lo cual va íntimamente ligado con el lenguaje.

El Lenguaje:
La capacidad para comprender y utilizar el lenguaje es uno de los principales logros de la especie humana, la adquisición del lenguaje se da en forma lineal, desde imitaciones de sonidos y vocalizaciones, hasta el uso de frases y oraciones completas. Al principio el lenguaje tiene un correlato con lo concreto pero, más adelante, le permite al niño hablar de hechos y usos que no están presentes; así también registra su pasado y expresa su futuro.

Este extraordinario fenómeno no puede explicarse simplemente desde la teoría del aprendizaje, lo que ha llevado a establecer otra hipótesis. La más destacada es posiblemente, la del lingüista estadounidense Noam Chomsky, quien planteo que el cerebro humano está especialmente estructurado para comprender y reproducir el lenguaje, por lo que no requiere aprendizaje formal, y se desarrolla al entrar el niño en contacto con el. Aunque los psicolingüístas del desarrollo no están de acuerdo con todos los conceptos de Chomsky, si aceptan los sistemas lingüísticos mentales especiales.

La adquisición del lenguaje supone 3 conceptos fundamentales para que éste se desarrolle:

     • La motivación del entorno familiar y del medio que rodea al niño.
     • Las funciones motoras, físicas y respiratorias.
     • Las capacidades cognitivas de ordenamiento y comprensión.

A partir del lenguaje se desarrollan las capacidades cognitivas los cuales llevan a los conceptos verbales abstractos que reflejan el aprendizaje del individuo y por ende su inteligencia.

Inteligencia y aprendizaje

La inteligencia podría definirse como la capacidad para operar eficazmente con conceptos verbales abstractos. Esta definición se refleja en las preguntas de los Test de inteligencia infantiles. Dos de los más conocidos, el Stanford – Binet y el Weschler Intelligence Scale for children (más conocido por WISC, versión infantil de la WAIS – Weschler Adult Intrelligence Scale, la prueba individual de inteligencia más famosa). Se usan tanto para medir el desarrollo intelectual del niño como para predecir sus resultados académicos. Debido a que el aprendizaje escolar depende, al parecer, de la capacidad de razonamiento verbal.


WAIS – R Weschler Adult Intrelligence Scale

El contenido de estos Test es muy apropiado, como demuestra la relación que hay entre los resultados de los Test de inteligencia y el éxito escolar, sin embargo, las predicciones basadas exclusivamente en los Test de este tipo resultan imperfectas, porque no miden la motivación, y el conocimiento sobre las capacidades necesarias para el éxito escolar, es incompleto. Por otro lado, se ha cuestionado que los Test de inteligencia sean apropiados para niños de minorías étnicas, que pueden no responder adecuadamente a ciertos ítems debido a diferencias culturales o a la falta de comprensión del lenguaje empleado, más que por una deficiencia intelectual.

Tendencias actuales:
Los psicólogos infantiles continúan interesados en la interacción de los condicionamientos biológicos y las circunstancias ambientales que influyen en el comportamiento y su desarrollo, en el papel de las variables cognitivas en la socialización, especialmente en la adopción del rol sexual correspondiente, y en la comprensión misma de los procesos cognitivos, su adquisición y evolución. Actualmente los psicólogos están de acuerdo en que determinados factores biológicos de riesgo, como el peso escaso en el momento del nacimiento, la falta de oxígeno antes o durante el mismo y otras desventajas físicas o fisiológicas son importantes en el desarrollo y en el comportamiento posterior del individuo.

Gran parte de las investigaciones actuales en psicología del desarrollo o evolutiva tratan de identificar los componentes cognitivos (la memoria o la capacidad de atención) empleados en la resolución de problemas. Algunos psicólogos estudian la identificación de los procesos que se presentan durante la transición de un nivel de pensamiento a otro en el desarrollo del individuo. Otras áreas de investigación hacen referencia a los componentes cognitivos de la lectura y el cálculo. Se espera que todas estas investigaciones conduzcan a la mejora de los métodos de enseñanza escolar y de educación especial.

PSICOLOGIA DLE DESARROLLO

La psicología del desarrollo o psicología evolutiva estudia el desarrollo del niño. Consiste en el estudio del modo como cambian los niños a través del tiempo y cómo siguen siendo ellos mismos, desde la concepción hasta la adolescencia.
Los objetivos de la psicología del desarrollo son la descripción, la explicación, la predicción y la modificación del comportamiento.

La descripción permite establecer normas o promedios para el comportamiento a diversas edades. La explicación hace referencia a las causas del comportamiento. La predicción trata de hacer un pronóstico sobre el desarrollo posterior, y la modificación consiste en intervenir para lograr un desarrollo óptimo de los niños.


Por ejemplo, en el estudio del lenguaje, se describiría cuándo los niños llegan a ciertos niveles de desarrollo (por ejemplo, cuándo pronuncian sus primeras palabras); se explicaría cómo adquieren el lenguaje y el mejor modo de utilizarlo y se intentaría predecir si una determinada habilidad en el el uso del lenguaje a cierta edad puede indicar cuál será el desarrollo posterior (por ejemplo, si un retraso en el habla a la edad de dos años, podría predecir problemas de lectura más adelante). Por último, se intervendría para solucionar los diversos problemas de lenguaje (modificación).


En resumen, al estudiar el curso habitual del desarrollo de los niños, se puede predecir el comportamiento futuro. Si estas predicciones indican la posibilidad de problemas en el futuro, se puede tratar de modificar el desarrollo mediante un tratamiento o entrenamiento adecuado.




¿Qué estudia la psicología del desarrollo?

En el estudio del desarrollo infantil, se establecen diversos aspectos a estudiar: 


Desarrollo físico. 



Hace referencia a los cambios en estatura, peso, desarrollo del cerebro, capacidad sensorial, habilidades motrices y salud. Estos cambios influyen en el intelecto y en la personalidad. Por ejemplo, casi todo lo que un niño aprende, lo hace a través de sus sentidos y su capacidad para moverse. En la infancia, el desarrollo físico y mental suelen ir unidos. En la adolescencia, los cambios físicos y hormonales, influirán en el desarrollo del auto concepto.




Desarrollo cognitivo


Hace referencia a las habilidades mentales, como memoria, aprendizaje, razonamiento y pensamiento. Los cambios en estas capacidades están relacionados con los aspectos emocional y motor. Por ejemplo, la ansiedad por separación (el miedo a que la madre no vuelva cuando se va) es posible debido al aumento de la memoria de un bebé. Si el bebé no pudiera recordar el pasado ni anticipar el futuro, no sentiría esa ansiedad.


Desarrollo social y de la personalidad



Hace referencia a la manera personal del ver el mundo, el sentido de sí mismo, las emociones y la forma de relacionarse con los demás. Los cambios a este nivel, afectan los aspectos cognitivo y físico. Por ejemplo, si un estudiante se siente muy ansioso a la hora de hacer un examen, puede obtener una nota muy baja porque está subestimando su verdadera capacidad.



Las etapas del desarrollo

Al estudiar el desarrollo de los niños, se observarán los diversos aspectos del desarrollo a lo largo de diferentes periodos de la vida: prenatal, infancia y etapa de los primeros pasos, niñez temprana, niñez intermedia y adolescencia.

1. Etapa prenatal. Abarca desde la concepción hasta el nacimiento.


·  Se forman los órganos y la estructura básica del cuerpo.
· El crecimiento físico es el más rápido de toda la vida.
· Es muy vulnerable a las influencias del medio ambiente.

2. Infancia y etapa de los primeros pasos. Abarca el nacimiento hasta los tres años.



·   Todos los sentidos funcionan al nacer.
· El crecimiento físico y el desarrollo de las  habilidades motrices es rápido.
· La habilidad para aprender y recordar está presente desde las primeras semanas de vida.
·  Los vínculos con los padres y otras personas se forman hacia el final del primer año.
· El sentido de conciencia de sí mismo se desarrolla en el segundo año.
· La comprensión y el habla se desarrollan con rapidez.
·  Aumenta el interés en otros niños.

3. Niñez temprana. De los 3 a los 6 años.


· La familia sigue siendo el punto central de sus vidas, aunque otros niños adquieren mayor importancia.
·  Mejoran la motricidad fina, la motricidad gruesa y la resistencia.
· Aumentan el sentido de independencia, el autocontrol y el cuidado personal.
· El juego, la creatividad y la imaginación se vuelven más elaborados.
·  La inmadurez cognitiva lleva a los niños a tener muchas ideas ilógicas acerca del mundo.
· El comportamiento es principalmente egocéntrico, aunque crece la comprensión del punto de vista de otras personas.

4. Niñez intermedia. De los 6 a los 12 años.


·   Los compañeros adquieren gran importancia.
· Empiezan a pensar con lógica, aunque en términos concretos.
·  El egocentrismo disminuye.
· Las habilidades de memoria y lenguaje aumentan.
· Mejora la capacidad para beneficiarse de la educación escolar, lo cual produce un crecimiento cognitivo.
· Se desarrolla el autoconcepto, se afecta la autoestima.
·   El crecimiento físico se hace más lento.
·   Mejoran las destrezas atléticas y la resistencia.


5. Adolescencia. Abarca de los 12 a los 20 años.



  •    Los cambios físicos son rápidos y marcados.
  •    Se alcanza la madurez sexual.
  •   La búsqueda de la propia identidad es una meta central.
  •    Los compañeros son muy importantes; ayudan a desarrollar y probar el autoconcepto.
  •    Se desarrolla la capacidad para pensar el términos abstractos y utilizar el razonamiento científico
  •  El egocentrismo persiste en algunos comportamientos
  •   En general, las relaciones con los padres son buenas.

Aspectos que influyen en el desarrollo

Durante su desarrollo, los niños se ven afectados por diversas influencias. Existen las influencias biológicas y las influencias ambientales.


Los genes que heredan de sus padres influyen en muchas de sus características. Esta predisposición básica se ve, a su vez, afectada por otras influencias.



Algunas influencias biológicas y del medio ambiente afectan por igual a todos los niños a la misma edad. Otras afectan a una misma generación (por ejemplo, una generación nacida durante una guerra).



 Por otra parte, existen influencias poco usuales o inesperadas que afectan solo a ciertas personas, como el divorcio o muerte de un padre, un accidente de tráfico, etc., y que pueden ejercer un gran impacto en la vida de una persona.



Bibliografía: Diane E. Papalia; Sally Wendkos Olds. A child's world. Infancy through adolescence. McGraw-Hill.

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